Han pasado 2 años académicos en donde miles de niñas y niños no han podido tener clases normales producto de las restricciones y cuarentenas por Covid-19. Sin embargo, distintas voces sociales han manifestado la importancia de que los estudiantes vuelvan a los colegios de manera presencial, debido a las consecuencias negativas del aislamiento para el desarrollo y proceso de aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes. Pero ¿cómo hacerlo adecuadamente, sin poner en riesgo la salud de las personas? Aquí te contamos algunos consejos para enfrentar el retorno a clases de la mejor manera, considerando la utilización de tecnología especializada en purificación de ambientes.
Según estadísticas de la Unicef, el 60% de los escolares sin clases por la pandemia en 2020, corresponde a estudiantes de Latinoamérica, mientras que las Naciones Unidas han informado que cerca de mil millones de menores de edad están en riesgo de tener una “pérdida de aprendizaje” producto de que no han podido ir a sus establecimientos educacionales por la pandemia.
Así como estos, hay un montón de otros estudios y análisis que dan cuenta de los efectos negativos que causa en los niños y niñas la ausencia de clases presenciales. Estos efectos no se limitan solamente al desarrollo cognitivo, sino que también al desarrollo psicológico y social, especialmente en los más pequeños, ya que están en una edad donde la interacción con personas de su misma edad es fundamental para que se desenvuelvan de manera óptima en la vida adulta.
Si bien muchos niños se han tenido que adecuar a las clases online, la realidad es que cientos de otros no tienen acceso a internet en sus casas o bien tienen acceso limitado. Por otro lado, muchos de ellos, incluso teniendo acceso a internet, no se conectan por distintos factores, ya sea porque no tienen el apoyo de sus padres, el contexto en sus hogares no lo permite, etc.
Viendo el panorama bajo estas realidades entonces volver a clases se torna una urgencia, sin embargo ¿cómo hacerlo sin poner en riesgo la salud del estudiante, docente y resto del personal educativo?
Por un lado es entendible el temor que existe de los padres y tutores ante la posibilidad de que sus hijos vuelvan a clases presenciales, pero por otro lado existe un número muy grande de familias que necesitan que sus niños regresen a clases presenciales, pero el retorno a clases no significa brote de contagios.
Para hacerlo de manera segura, sin duda dentro del plan de retorno escolar debería estar contemplado un protocolo sanitario que garantice la seguridad de docentes, estudiantes y sus respectivas familias. Esto es, seguir las medidas básicas de utilización de mascarillas, lavado de manos y mantener una distancia prudente.
Por otro lado, los expertos concuerdan en que la ventilación es fundamental a la hora de reabrir los centros educacionales, ya que el nivel de exposición al que se enfrenta una persona en una habitación cerrada, está sujeta en función a la concentración de carga viral en el aire y al tiempo que pasa en esa habitación.
Por ejemplo, si 10 personas están en una sala de clases, cumpliendo el distanciamiento de 2 metros entre ellos y uno de ellos está contagiado, en pocos minutos toda la habitación estará llena de agentes contaminantes, aunque la persona afectada esté con mascarilla. Sin embargo, al abrir una ventana la circulación de aire aumenta, ayudando a disminuir la carga viral. Por lo tanto, abrir aunque sea una ventana que da al exterior, cambia el panorama completo en el ambiente de una habitación.
Abrir ventanas y puertas asegurando así una óptima ventilación es una excelente medida para reducir la contaminación y carga viral de una habitación. Es importante hacer esto ya sea en sala de clases, salas de reuniones o cualquier habitación cerrada. En el caso de que la habitación no cuente con un sistema de ventilación adecuado, los especialistas aconsejan incluir un purificador de aire.
Siguiendo con el caso anterior, si en esa habitación con 10 personas se incluye un purificador de aire, más una ventana abierta, el aire se recambia mucho más rápido, disminuyendo la carga viral de la habitación y haciendo que el espacio cerrado sea mucho más seguro para todas las personas que se encuentran ahí.
Ahora ya lo sabes, la ventilación es la clave para un retorno a clases presenciales. Siguiendo los protocolos de seguridad establecidos e incluyendo un sistemático recambio de aire, las personas que se encuentran en interiores deberían estar tranquilas y seguras.