Los purificadores de aire se han convertido en un gran aliado de la higiene y sanitización, especialmente en lugares públicos muy transitados. Su principal función es capturar el aire del ambiente, purificarlo y liberarlo, de esta manera ayudan a prevenir y controlar la propagación de virus, bacterias y hongos.
Su alto grado de efectividad combinado con la creciente demanda, dio como resultado gran variedad de purificadores en el mercado, lo que naturalmente nos enfrenta a la pregunta ¿cuál elegir?
Para comenzar a responder esto, deberás considerar qué tipo de filtro utiliza, ya que de ellos depende la efectividad de la limpieza y renovación del aire.
Los filtros HEPA (por sus siglas en inglés “High Efficiency Particulate Air”) se instalan en aparatos como los purificadores de aire, aspiradoras, entre otros, con el propósito de capturar virus y bacterias que se encuentran en las partículas de aire.
Están compuestos por una malla de fibras, generalmente de vidrio, diseñadas para retener contaminantes y partículas pequeñísimas mediante:
Este tipo de filtro tiene un 99,95% de eficiencia en la eliminación de virus y bacterias, y están más enfocados en tratar problemas de material particulado grueso y fino (PM 10 y PM 2,5), que son principalmente partículas de contaminación ambiental, componentes alérgenos y algunos microorganismos de tamaño superior a 0,3 micras.
El plasma es un componente de la naturaleza que contiene oxígeno altamente reactivo, capaz de destruir olores, bacterias, virus, moho, hongos y descomponer compuestos químicos no deseados, tanto en el aire como en las superficies.
El fotoplasma se puede encontrar de forma natural y a menudo se lo conoce como el “detergente” de la atmósfera, debido a su capacidad para descomponer contaminantes nocivos.
Al entrar en contacto la luz ultravioleta con el oxígeno y el agua en el aire, genera plasma de oxígeno frío suficientemente potente para penetrar en las paredes celulares de los microorganismos y destruir su ADN.
Así es como bacterias, virus, moho y malos olores se convierten en productos finales no dañinos, como el dióxido de carbono y el agua.
Recordemos que un purificador de aire actúa en el aire que respiramos y también las superficies que nos rodean, por lo tanto es sumamente importante considerar que filtro usa el purificador.
La capacidad de los filtros que usan tecnología fotoplasma para descomponer la estructura molecular de los contaminantes en el aire, hace que, indudablemente sea mucho más efectivo que cualquier otro filtro. Ya que la manera en la que purifica el aire garantiza un ambiente libre de bacterias y de cualquier otro agente contaminante.
Potenciar la higiene en el hogar, espacios de trabajo y ambientes públicos es clave para mejorar la calidad de vida y un purificador de aire puede ser la solución.
Algunos de los beneficios que brinda un purificador son:
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