Tener los conocimientos y los implementos apropiados en el momento oportuno puede evitar una desgracia, por ejemplo, evitar la muerte de una persona.
Hemos hablado en otros artículos lo peligroso que es un accidente relacionado a alguna enfermedad al corazón, como un paro cardiorrespiratorio, debido al comportamiento súbito con el cual se producen. Este tipo de accidentes resultan mortales porque no se pueden prever, por lo tanto, no se tratan con la rapidez que deberían tratarse dentro de los primeros 5 minutos y adicional a esto, lamentablemente en muchos lugares de trabajo o espacios públicos no se cuenta con el conocimiento ni la preparación adecuada para tratarlos.
Sin embargo, tener personas capacitadas en reanimación cardiopulmonar (RCP) cerca de alguien que está sufriendo un paro cardiorrespiratorio puede marcar el destino de esa persona, y si a esto le sumamos tener a mano un desfibrilador externo automático (DEA), el pronóstico de sobrevivencia de la persona afectada incrementan considerablemente.
Pero, ¿quiénes pueden manipular un DEA? Según la normativa, quienes pueden hacer uso de este dispositivo son personas capacitadas en un curso de RCP. No obstante, los dispositivos DEA están diseñados para que en momentos de extrema emergencia donde no haya una persona capacitada en RCP, cualquier persona adulta pueda manipularlo y administrarlo.
Ahora bien, se pueden encontrar desfibriladores externos de tipo semiautomático o automático. Los primeros no administran la descarga eléctrica de manera automática, requieren de que una persona oprima un botón. Los segundos hacen la descarga eléctrica de manera totalmente automática si es que, luego del análisis hecho por el dispositivo, la persona requiere de un shock eléctrico.
Encuentra en esta infografía 6 pasos para usar un desfibrilador externo automático: