Si una persona sufre de un paro cardiorrespiratorio el único tratamiento infalible para una fibrilación ventricular es la descarga eléctrica dada por un desfibrilador, por lo tanto, disponer de un desfibrilador cerca en esos momentos es clave para los primeros auxilios. Ya que por ley todo lugar público o privado donde trabajen o circulen personas debe tener un desfibrilador externo, en este artículo nos centraremos en definir los tipos de desfibriladores que puedes encontrar en el mercado, sus características principales y saber cuál es el más óptimo para tener en un lugar de trabajo o espacio público donde lo exija la ley.
El más común en el imaginario colectivo es el desfibrilador que se usa en salas de urgencias, ese es un dispositivo externo y manual ya que los electrodos por donde sale la descarga eléctrica deben ser aplicadas por una persona hacia el paciente afectado. Este tipo de dispositivos se encuentra en los centros de urgencia y deben ser administrados exclusivamente por personal de salud capacitado.
Por otro lado están los desfibriladores externos automáticos, estos, a diferencia del anterior, están diseñados para ser usados en lugares extrahospitalarios, por su tamaño, practicidad y fácil uso. Estos dispositivos automáticos analizan la condición del paciente y dan la descarga eléctrica si es que así el paciente lo requiera sin necesidad de que una persona intervenga.
Dentro de los desfibriladores externos también están aquellos que son semi-automáticos, la diferencia con los automáticos es que estos sí requieren que una persona de manera manual de la orden por medio de un botón para que se inicie la descarga eléctrica.
Si hablamos de la descarga eléctrica de los desfibriladores externos automáticos hay que poner atención a las siguientes especificaciones.
Según la normas AHA (American Heart Association) el primer shock que se le suministra al paciente debe ser de 150 a 200 joules, si eso no fuera suficiente ni efectivo se debe aumentar la potencia para el shock siguiente.
Además hay que tener en cuenta que el desfibrilador que se tenga a disposición debe tener:
Potencia superior a 350 joules
Contar con shock eléctricos con sincronizado automático (requerido para eventos de taquicardia ventricular)
Contar con energía adaptada para cada paciente según la necesidad.
Estas son normas básicas que debe tener cualquiera de estos dispositivos para ser efectivo al tratar un accidente cardiaco.
Dentro del mercado se pueden encontrar distintas marcas que venden desfibriladores externos automáticos y semi-automáticos, cada uno de los dispositivos cuenta con características que los diferencia, sin embargo hay que considerar la calidad, por ejemplo, en baterías y electrodos. Algunos de los modelos comercializados vienen dispositivos con auto-testeo de sus componentes, siendo muy útil ya que así el desfibrilador estará disponible para su uso en cualquier momento. Algunos vienen con instrucciones por pantalla y/o por voz, etc.
Como Biopüre recomendamos la marca Cardiac Science, ya que cumple todos los requisitos mencionados anteriormente para ser un desfibrilador seguro, de calidad y certificado por la FDA.
Si quieres más información sobre este dispositivo puedes continuar leyendo el blog en la sección Primeros Auxilios o tomar contacto con nosotros para asesorarte.