Un empleado pasa más tiempo en el lugar de trabajo que en su casa, esto significa que de ocurrir algo significativo con su salud debería recibir su primera atención médica en el trabajo. ¿Qué tan preparadas están las empresas para prevenir y afrontar accidentes que ponen en riesgo la salud del trabajador? Aquí abordaremos el tema de conocer y manejar la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP), clave para la seguridad en el trabajo.
Hay accidentes laborales que dependen de las condiciones del entorno y hay otros que dependen exclusivamente de las acciones del trabajador, sin embargo, hay accidentes que se producen de manera súbita, como por ejemplo, un paro cardiorrespiratorio.
En 2012 17,5 millones de personas en el mundo murieron producto de una enfermedad cardiovascular. En Chile no hay estadísticas concretas, pero se estima que sean una de las principales causa de muerte, estadísticas que aumentan debido a la obesidad, el sedentarismo y tabaquismo.
Considerando este escenario y tomando en cuenta que los empleados pasan la mayor parte del tiempo en sus lugares de trabajo, es fundamental que el empleador y/o el área de prevención de riesgo tome conciencia de este tipo de accidentes relacionadas a las enfermedades cardiovasculares.
Una de las principales herramientas para tratar los paros cardiorrespiratorio producida por enfermedad cardiovascular es la maniobra de Reanimación Cardiopulmonar (RCP). Aplicar la RCP en el primer minuto luego de ocurrido el paro aumenta en un 80% de probabilidad en que la persona llegue viva al hospital. Por esta razón, saber aplicar la RCP como primera atención de salud es fundamental.
Tener personal capacitado para realizar una RCP en el lugar de trabajo no solo permite tratar un paro cardiorrespiratorio al instante, sino que también mejora la calidad de vida de todo el personal. Además, si él mismo tiene los conocimientos de cómo se aplica una RCP, sentirá responsabilidad y empatía por sus colegas, ya que podría estar en sus manos la posibilidad de salvar la vida de otros.
También la reputación de la empresa mejora al tener personal capacitado para realizar la RCP. Los empleados se sentirán confiados y seguros en saber que su lugar de trabajo cuenta con personas capacitadas para realizar una RCP.
Finalmente, ser consciente de la realidad de las enfermedades cardiovasculares y el inminente accidente súbito por un paro cardiorrespiratorio en alguno de los empleados, genera la necesidad y urgencia de capacitar en RCP. Sabiendo esto, la solución está en las manos de cada trabajador para aumentar las posibilidades de vida de alguno de sus colegas.