Contenedores Higiénicos Femeninos

Mantener el baño de mujeres en perfecto estado es una tarea que algunas veces suele ser difícil. Afortunadamente, existen contenedores higiénicos femeninos que facilitan la resolución de este problema. Además de controlar olores desagradables, estos equipos ayudan a minimizar la propagación de gérmenes dentro de los baños y a llevar una correcta aplicación de higiene en dichos espacios. Veamos a continuación los beneficios que obtendrás en tu empresa si decides adquirir estos equipos. Pero antes, queremos explicarte de forma breve qué es un contenedor higiénico femenino.

¿Qué son los contenedores para desechos femeninos?

Si quieres asegurar la correcta limpieza de los baños femeninos, es fundamental que gestiones los residuos de compresas, tampones y toallas sanitarias cuidadosamente. Para lograrlo, existen recipientes especiales conocidos como contenedores higiénicos femeninos. Estos equipos permiten proteger a tus clientes, usuarios habituales y personal de limpieza al evitar la exposición y manipulación de los desechos. Existen modelos de contenedores con sensor de apertura que evitan el contacto de las manos con la superficie del contenedor higiénico, previniendo todo tipo de infecciones cruzadas.

Ventajas y beneficios de usar contenedores para desechos higiénicos femeninos

Las empresas son cada vez más conscientes de la necesidad de tener sus baños en las mejores condiciones higiénicas posibles. Por esta razón, los contenedores femeninos representan una solución tecno-higiénica que garantiza éxito no solo a nivel de limpieza, sino también en los siguientes aspectos:

Previene el contagio y propagación de enfermedades

Los desechos femeninos contienen un alto nivel de microorganismos patógenos que fácilmente podrían causar infecciones y enfermedades. Esta situación se agrava en los baños de las empresas, ya que normalmente suelen ser espacios cerrados y húmedos, lo que origina un escenario ideal para la proliferación de agentes bacterianos. Para evitar que este problema se salga de control, lo mejor es optar por contenedores, ya que almacenan los productos de higiene íntima femenina de manera exclusiva y profesional.

La principal ventaja de estos equipos es que permiten un correcto aislamiento y adecuado tratamiento posterior de estos productos de aseo. Evitando el cruce con el resto de los desechos y disminuyendo el riesgo de contraer alguna enfermedad. Modelos como el SaniPod, además de ser completamente herméticos y discretos, cuentan con bolsas bacteriostáticas que evitan la proliferación de bacterias en su interior. Incluso, cada bolsa viene ligeramente perfumada, lo que ayuda a controlar los olores dentro del contenedor.

Evita que las tuberías y alcantarillados se obstruyan

Las mujeres se pueden ver en la molesta obligación de dejar los desechos higiénicos en la cesta para el papel o en el piso si no disponen de un contenedor específico para dichos residuos. Esto puede generar olores indeseados, suciedad y apariencia de baños descuidados. Lanzar los desechos directamente al inodoro también es una acción común, y es la más peligrosa de todas.

Cómo sabrás, la mayoría de productos para el higiene femenino están diseñados para tolerar el contacto con el agua, por ende, no se deshacen rápidamente cuando los tiran a través del retrete. Algunos desechos pueden duplicar su volumen y provocar un atascamiento en las tuberías, causando obstrucciones que dificultan el trabajo del personal de aseo. O peor aún, generando costosas reparaciones en el sistema de desagües.

Bienestar y experiencia de usuario

Las instalaciones que se encuentran en mal estado pueden provocar situaciones conflictivas en el ambiente laboral, e incluso, quejas o demandas que serán incómodas de atender. Para evitar esto, lo mejor es disponer de esta clase de equipos en los baños. Ya que hará que los clientes, usuarios y personal de limpieza puedan disfrutar de un entorno más limpio y cuidado.

Protege el medio ambiente

El problema con los desechos higiénicos femeninos es que su degradación es perjudicialmente lenta. Las toallas sanitarias tardan entre 500 y 800 años en degradarse, y si éstas no han sido desechadas correctamente, es muy probable que terminen en vertederos, fuentes de agua o peor aún, en ríos, playas y océanos. Por otro lado, el periodo de degradación de los tampones es de alrededor de 6 meses, sin contar su envoltorio que generalmente es de plástico. Entonces, si aplicamos una correcta recolección de estos desechos, podemos contribuir a que muchos de ellos no terminen bajando por los desagües de nuestros baños o contaminando el medio ambiente. Si quieres conocer un poco más sobre cómo adquirir estos equipos, puedes ponerte en contacto con nuestros ejecutivos. Será un placer brindarte la mejor solución higiénica para los baños femeninos en tu empresa.