¿Necesitas un sistema secante de manos para tus baños y no sabes si elegir uno eléctrico por sobre el papel? Los papeles secantes como sistema sanitario fueron introducidos en los baños hacia 1907. Fue solo 40 años después, en 1948, cuando apareció el primer secador de manos eléctrico. En ese entonces, ambos eran productos imperfectos, caros, poco higiénicos y dañinos para el ambiente. Hoy en día, sin embargo, eso ha cambiado. Los sistemas de secado con papel siguen funcionando más o menos igual, pero eléctricos han evolucionado a sistemas de higiene completamente efectivos. Conoce y compara el secador de manos vs papel.
Es cierto que secarse las manos con papel puede ser más rápido que con uno eléctrico. Esto puede beneficiar a la población considerando que las manos húmedas son más propensas a propagar bacterias. Sin embargo, existen muchos contra en este sistema que no solo afectan a la empresa, sino la higiene personal y el medioambiente:
Son un dolor de cabeza en su mantención: los precios son altos en el gasto y almacenaje de papel, pero lo más caro es mantener al personal de limpieza reponiendo, botando la basura y recogiendo los papeles del piso.
Sin los esfuerzos constantes y necesarios del personal, la higiene del baño empeora: puede ser contaminante, o peor aún, los dispensadores pueden encontrarse vacíos. Esto puede crear problemas de salubridad, ya que las manos húmedas pueden propagar hasta 1.000 veces más bacterias.
Algunos papeles secantes tienen un impacto negativo altísimo en el cuidado del medio ambiente, ya que requiere de la deforestación para producir la cantidad de papel necesaria.
Los secadores de manos eléctricos con tecnología de punta, como los de Biopüre, tienen un menor impacto ambiental, ya que producen menos emisiones de carbono o consumo energético. Con los nuevos secadores eléctricos, puedes secarte las manos en menos de 15 segundos consumiendo poca energía al hacerlo.
Las toallas de papel tienen un alto impacto ambiental. Primero, por la antes mencionada deforestación: los árboles son fuente importante de pulpa para la producción de papel virgen y produce la pérdida de hábitats naturales. Segundo, por el transporte de las materias primas como la misma madera o la entrega y reposición de papel, que requieren de gasto de combustible para el trayecto. Y por último, la basura: la mayoría de los papeles utilizados para secarse las manos no pueden ser reciclados y son puestos en bolsas plásticas que deben almacenarse y eliminarse por medio de incineraciones o vertederos. Eligiendo un secador de manos eléctrico evitamos todo este proceso dañino para el medioambiente.
Aseguras las manos 100% limpias, ya que los buenos secadores tienen un sistema de filtro HEPA. Las bacterias y los virus en los baños pueden causar resfríos, diarrea o incluso enfermedades aún peores. Los filtros HEPA son filtros instalados que capturan el 99,95% de las partículas bacterianas del aire de los baños, para que las manos se sequen con aire limpio y no contaminado.
Con todo esto, los secadores de manos eléctricos pueden ahorrarte un 95% del presupuesto en comparación al gasto en papel, generando ahorros significativos que pueden utilizarse para otras inversiones.
En resumen, un secador de manos eléctrico no solo es más económico a largo plazo para tu empresa, sino también más higiénico y amigable para el ambiente. Considera adquirir los mejores del mercado, que podrían significar una mayor inversión inicial, pero con menor gasto energético y filtros necesarios para mantener las medidas sanitarias que hoy, más que nunca, se necesitan.