Las infecciones respiratorias, en particular las de origen viral, son las que con mayor frecuencia nos afectan. La influenza, la gripe y ahora el COVID-19 son las más comunes y con las que hay que tener principal cuidado.
Las enfermedades pueden contagiarse durante todo el año, sin embargo son más comunes en invierno debido a las bajas temperaturas y a que pasamos más tiempo bajo techo y menos bajo el sol. Expertos comentan que esto causa que nuestros niveles de vitamina D comiencen a bajar y por lo tanto, estemos más expuestos al contagio de virus de persona a persona. Esta deficiencia puede ocurrir incluso en el contexto de confinamientos o cuarentenas, debido a que la exposición al sol es menor.
Ya que pasamos mucho tiempo en interiores, ya sea en casa o en lugares de trabajo, es importante cuidar estos espacios. A continuación, enumeramos una lista de acciones, reconocidas por todos, pero puesta en práctica por pocos, que puedes hacer para prevenir el riesgo de infecciones respiratorias:
Lávate las manos
Procura lavarte las manos frecuentemente con agua y jabón o toallitas húmedas de alcohol; especialmente después de estornudar, cuando hayas tenido contacto con alguna persona enferma o si tocas objetos que puedan estar contaminados.
Ventila bien las habitaciones y deja entrar el sol
Limpia bien la casa y tu área de trabajo. Pon especial atención a mesas, teléfonos, teclados de computador, juguetes, interruptores, pomos de puertas, grifos y objetos de uso común. Cuando lo hagas, ten la casa ventilada dejando las ventanas y cortinas abiertas.
Toma mucho líquido
Agua, jugo de frutas o sopas calientes. Lleva, además, una alimentación equilibrada que incluya frutas y verduras (ricos en vitaminas y minerales), pues ayuda a que el sistema inmunológico funcione mejor.
Protégete del frío y cambios de temperatura
Incluso en verano, con los cambios abruptos de temperatura dentro de la casa (con ventiladores o aire acondicionado) y fuera de la casa, puedes bajar tus defensas y contraer un virus. Abrígate bien, lleva ropa adecuada y vístete por capas, evitando corrientes, cambios bruscos de temperatura y exposición al frío con el pelo mojado. Cuídate del exceso de calefacción y aires acondicionado.
Evita conglomeraciones
Particularmente aquellos lugares de ambiente frío o muy seco, con humo o donde se encuentren personas tosiendo o con otros síntomas respiratorios.
Cuida tu higiene
Evita compartir comidas, vasos, platos, cubiertos, cuida tu higiene personal y lava con frecuencia la ropa, incluidas bufandas, gorros, guantes y abrigos. Asimismo, cuida la forma de estornudar, cubriéndote la boca con un pañuelo desechable o con el antebrazo, y evita tocarte los ojos, la nariz y la boca.
No te automediques
Especialmente si son antibióticos. Puede hacer que nuestro organismo se haga resistente a ellos. Esto implica que, cuando realmente los necesitemos para tratar alguna enfermedad, podrían no hacernos ningún efecto.
Vacúnate
Si bien nuestro sistema inmunológico es capaz de combatir ciertas enfermedades, algunas de ellas son muy fuertes y/o nuestro sistema inmunológico no está lo suficientemente preparado para combatirlas. Por eso, ponte todas las vacunas recomendadas por las autoridades sanitarias para no exponerte a ti y a otros.
Utiliza purificadores de aire
Esta es una recomendación externa muy útil. Los espacios cerrados pueden convertirse en incubadoras de enfermedades y generalmente tienen una mala calidad de aire. Un purificador de aire es una solución inmediata para resolver este problema. Busca productos que utilicen, o combinen, tecnologías de luz ultravioleta, fotoplasma, iones negativos y positivos, además de oxidación fotocatalítica. La combinación de estas técnicas presente en algunos purificadores ayuda a eliminar los olores, bacterias, virus, moho y hongos del ambiente, al mismo tiempo que descompone agentes químicos y compuestos no deseados.
Seguir estas recomendaciones realmente te ayudará a cuidar de ti y a la gente a tu alrededor. Sobre todo, recuerda comer bien, ejercitarte frecuentemente y cuidar y limpiar los espacios en los que habitas.
Finalmente, cuando la ventilación no es la mejor, o la calidad del aire no es muy buena, o quieres dar una sanitización extra al lugar donde te encuentras, recuerda que los purificadores de aire son un aliado importante a la hora de cuidar de tu hogar u oficina, y prevenir, así, enfermedades respiratorias.