¿Para qué sirve un purificador de aire y cómo beneficia la salud?

Mantener la distancia, lavarse las manos y en general prestar mayor atención al autocuidado para evitar contagios virales es la nueva norma entre las personas. Sin embargo, es natural bajar la guardia conforme pasan los días y las semanas, especialmente con personas de nuestra familia o compañeros de trabajo. Debido a que es difícil que los trabajadores cumplan al 100% y todo el tiempo las medidas sanitarias, un purificador de aire resulta ser un gran aliado, haciendo que muchas personas quieran comprar un purificador.

¿Por qué es importante tener un purificador de aire?

Si bien cada persona es responsable de tomar medidas de cuidado personal, es decir, taparse la boca al toser o estornudar, usar pañuelos desechables, usar mascarilla, mantener la distancia, etc., muchas veces es difícil seguir todas estas indicaciones. Querámoslo o no, a medida que pasan las semanas estas normas se van infringiendo, dando paso a una actitud más relajada.

Debido a que es complicado mantener una conducta de alerta frente a posibles contagios todo el tiempo, es que son claves las acciones de refuerzo para mantener la higiene y limpieza. Aquí entran acciones como pulverizar limpiadores por todas las superficies, abrir ventanas para ventilar, entre otros. Dentro de estas acciones que ayudan a reducir la carga viral y mejorar la calidad del aire, encontramos los purificadores de aire, aparatos ideales para mantener una habitación completamente libre de virus y bacterias.

Por lo tanto, para que el lugar esté limpio, libre de gérmenes y libre de malos olores, especialmente en una oficina, un espacio público o donde a diario comparten personas, es conveniente tener este tipo de aparato tecnológico.

¿Cómo funciona un purificador?

Existe mucha diferencia entre un aire acondicionado, un humidificador, un deshumidificador y un purificador de aire. En el caso de que te preguntes cómo funcionan y para qué sirven específicamente los purificadores, aquí te lo explicamos:

Una vez identificado el lugar que se necesite higienizar, se debe colocar ahí el purificador, luego de eso está listo para entrar en funcionamiento. Al encenderse, el dispositivo atrae el aire junto con todos los agentes contaminantes que puedan haber en la habitación, de este modo el aire pasa por el interior del purificador, donde hay una ampolleta de luz ultravioleta.

La luz UVC es una luz de gran radiación, que bajo condiciones controladas, es un potente desinfectante. Al ingresar el aire al purificador y entrar en contacto con la luz UVC, el aire queda descontaminado, ya que la luz atrapa las partículas y elimina todo tipo de virus y bacterias. Luego de que el aire pasa por el purificador, sale por el otro extremo del aparato, limpio y libre de gérmenes y agentes que producen mal olor.

Como ves, el purificador de aire no utiliza químicos u otros agentes que puedan resultar perjudiciales al ser humano luego de una larga prolongación. Más bien el funcionamiento es realmente sencillo, pero tiene una alta eficiencia para eliminar partículas dañinas.

Así de sencillo, práctico y eficiente resulta ser un purificador. Sin embargo, hay que recordar que para evitar que los trabajadores se expongan a enfermedades, o tengan problemas respiratorios más graves, primero que todo es necesario seguir los protocolos de autocuidado. Segundo, es recomendable reforzar la higiene en ambientes y superficies con un purificador de aire que ayude en la labor de limpieza del aire.

Si quieres saber más sobre los beneficios o usos de un purificador, continúa leyendo nuestro blog en la sección de Purificadores de aire o encuentra más detalles sobre estos aparatos aquí.