En el año 2019 un medio argentino publicó la historia de un turista que estaba en un trekking en un glaciar de la provincia de Santa Cruz (Argentina). El turista repentinamente cayó desplomado y quienes estaban con él se percataron de que era una crisis cardiaca. Inmediatamente el personal que guiaba el trekking activó los protocolos de emergencia. Los guías sacaron el desfibrilador externo automático (DEA) del cual disponían. Afortunadamente en el trekking se encontraban un turista médico y una doctora, quienes fueron de apoyo para los primeros auxilios y en conjunto con los guías procedieron a la reanimación. Luego de administrar la RCP se aplicó el DEA en dos oportunidades. Finalmente la persona afectada recuperó el pulso y respiración y comenzaron a evacuarlo al barco.
Esta historia es increíble, ya que muchas de las personas con paro cardiorrespiratorio lamentablemente no alcanzan a ser atendidas en su debido tiempo. En esta historia se puede apreciar que gracias a un desfibrilador externo automático (DEA) y una buena preparación de quienes estaban alrededor de la persona afectada, ésta pudo salir casi al instante de la arritmia producida por el ataque cardiaco.
Los primeros 4 minutos luego de un paro cardiorrespiratorio son críticos, y la sobrevivencia a un paro está condicionada a dos puntos claves, tal como leemos en la historia del turista en Argentina:
1.- Contar con personas capacitadas en RCP.
2.- Disponer de un DEA.
Usar un desfibrilador externo automático dentro de los primeros 2-3 minutos en una persona que ha sufrido un paro cardiorrespiratorio, aumenta hasta un 80% las posibilidades de sobrevivir. Por el contrario, por cada minuto que pasa sin una asistencia correspondiente con un DEA, disminuye un 10% la probabilidad de sobrevivir, por lo tanto, en 10 minutos sin ninguna atención de primeros auxilios, la persona podría llegar a fallecer.
Conociendo estos antecedentes, es urgente que en cada recinto público o privado con una alta afluencia de personas, como un centro comercial, colegio, cine, empresas de distinto tipo, etc., haya un DEA dentro de su inventario.
A continuación te compartimos un cuadro comparativo con un caso de una persona que ha sufrido un paro cardiorrespiratorio en su lugar de trabajo. Por un lado se muestra el escenario donde la empresa está preparada con protocolo de primeros auxilios, personal capacitado y un DEA, y por otro lado se muestra el escenario de una empresa donde no hay un protocolo de primeros auxilios claro y no se cuenta con personal capacitado ni DEA.
Esto es solo un escenario ficticio, pero muestra la eventual necesidad de tener personal capacitado y un DEA para momentos cruciales como este.
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