Todo lo que pasa a nuestro alrededor nos afecta a nivel biológico y/o psicológico. El calor, el frío, el ruido, la contaminación, etc., son agentes externos que pueden llegar a enfermar nuestro cuerpo si no los tenemos bajo control. Aunque en las grandes ciudades es difícil mantener un ambiente esterilizado, contamos con tecnología capaz de controlar los elementos contaminantes presentes en el aire. Tal es el caso de los purificadores, aparatos sencillos, prácticos y muy útiles para limpiar el aire. A continuación te contamos 3 aspectos relevantes sobre los purificadores de última generación.
Dentro de los tipos de purificadores que se encuentran en el mercado encontramos distintas clases de filtración (filtros HEPA, filtro de ozono, filtro de carbón activado, etc.), dentro de estos elementos que cumplen la función de purificar tenemos la luz UV-C. La luz ultravioleta es un germicida de banda C (uno de los rangos del espectro electromagnético) que se ha utilizado de forma segura durante muchos años para desinfectar el agua potable, esterilizar el aire y las superficies.
Existen varios estudios que datan de la efectividad de la radiación UV-C para eliminar virus y bacterias, los últimos estudios incluyen la efectividad que tiene para eliminar el virus Covid-19. En definitiva, bajo condiciones controladas y adecuadas, el poder germicida de la luz UV-C es muy beneficioso para mejorar la calidad del aire y eliminar elementos contaminantes.
Dentro del purificador la luz UV-C la encontramos en una ampolleta. Una vez puesto en funcionamiento el aparato, este atrae el aire del ambiente hacia su interior, poniéndolo en contacto con la ampolleta de luz ultravioleta, una vez que el aire contaminado se encuentra con la luz, los gérmenes son destruidos. Finalmente el aire sale del aparato libre de virus y bacterias.
¿Has escuchado hablar del plasma? Aunque puede parecer un elemento extraño y ajeno a la cotidianidad la verdad es que este compuesto está presente en nuestro día a día.
Se dice que es el cuarto estado de la materia, además de los líquidos, sólidos y gaseosos, encontramos el plasma. Este por definición es “un estado parecido al gas, pero compuesto por átomos ionizados, donde los electrones circulan libremente”, al calentar un gas es posible obtener plasma.
Es importante conocer la existencia y función del plasma ya que los purificadores de aire de última generación utilizan plasma para potenciar su función higienizante. Por medio de un proceso fotoquímico que ocurre dentro del purificador, es posible producir plasma con gran contenido de moléculas reactivas, iones, electrones y radicales que destruyen y descomponen estructuras biológicas y químicas que puedan haber en el ambiente.
Este plasma que se libera de los purificadores además cae en las superficies, ayudando a eliminar virus y bacterias que se encuentren en ellas, teniendo un alto poder esterilizante.
El purificador de aire es un elemento muy sencillo, sin embargo en su interior el 99,99% de los virus y bacterias que se encuentran en el aire pueden ser destruidos. Esto es muy beneficioso y efectivo para cualquier lugar, ya sea público, privado o particular.
Como mencionamos anteriormente, los aparatos modernos tienen la capacidad de purificar el aire, pero también ayudan en la higienización de las superficies que se encuentran cerca del aparato.
En el caso de los purificadores que funcionan con luz ultravioleta UV-C más la liberación de plasma rico en moléculas reactivas, iones, electrones y radicales, la doble función purificadora (aire y superficies) resulta ser muy beneficiosa. De este modo el funcionamiento del aparato es mucho más completo, seguro (ya que no contiene químicos) y efectivo.
Si estás pensando en comprar un purificador de aire para tu lugar de trabajo puedes revisar el catálogo de productos que ofrece Biopüre de la marca BioZone, especialistas en la producción de purificadores de aire de alta efectividad.