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Entre los diversos tipos de purificadores de aire disponibles en el mercado, encontramos diferentes tipos de filtración como filtros HEPA, filtros de ozono, filtros de carbón activado, etc. En este artículo hablaremos puntualmente de los de luz UV-C, te contamos cómo funcionan y qué tan seguros y efectivos son a la hora de purificar el aire para dejarlo libre de virus y bacterias.

Acerca de la luz UV

La luz ultravioleta se divide en 3 tipos: A, B y C. Específicamente respecto a la luz ultravioleta C o UV-C, se ha comprobado que elimina virus y bacterias de las superficies, ya que destruye el ADN de los microorganismos. Es por esto que algunos purificadores de aire y de agua usan la UV-C.

 

La luz ultravioleta es un germicida de banda C (uno de los rangos del espectro electromagnético) que se ha utilizado de forma segura durante muchos años para desinfectar el agua potable, esterilizar el aire y las superficies.

¿Qué tan segura es? 

Si bien es cierto la luz ultravioleta del tipo C en altas concentraciones es dañina para la piel y ojos debido a que es muy potente, bajo un uso controlado no debería producir daños en las personas.

 

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Efectividad de los filtros UV

Existen varios estudios que demuestran la efectividad de la radiación UV-C para eliminar virus y bacterias. Los últimos incluyen la efectividad para eliminar el virus Covid-19.

 

La luz ultravioleta es capaz de eliminar un 99% de virus en superficies y espacios.

Es verdad que la luz UV-C es de gran radiación, sin embargo, bajo condiciones controladas, es un potente y seguro desinfectante. Cuando el aire ingresa al purificador y se pone en contacto con luz UV-C, queda descontaminado y libre de todo tipo de virus y bacterias.

 

En definitiva, bajo condiciones controladas y adecuadas, el poder germicida de la luz UV-C es muy beneficioso para mejorar la calidad del aire y eliminar elementos contaminantes.

 

La luz UV-C se encuentra en una ampolla dentro del purificador de aire y una vez puesto en funcionamiento, atrae aire del ambiente hacia su interior, poniéndolo en contacto con la luz ultravioleta. El proceso también libera ozono, fotoplasma e iones negativos que contribuyen a la limpieza de todo el ambiente. No utiliza químicos ni batería; no hay cartuchos de recambio o filtros. Trabaja 24 horas al día, los 7 días de la semana con bajo consumo de energía y mantenimiento. Cuando el aire contaminado se encuentra con la luz, los gérmenes son destruidos. Finalmente el aire es expulsado libre de virus y bacterias, logrando:

 

  • Desinfectar el aire de virus, bacterias, polvo, ácaros y otros gérmenes.
  • Prevenir la propagación de enfermedades
  • Eliminar gérmenes del ambiente que pueden producir dolores de cabeza, comezón de ojos, etc.
  • Eliminar químicos y otros agentes que se encuentren en suspensión responsables de generar mal olor en los espacios cerrados.

¿Cómo funciona un purificador de aire UV? 

Actualmente existen purificadores de aire que trabajan con luz UVC patentada, la cual transforma las moléculas que se encuentran en el aire en fotoplasma, que es un desinfectante capaz de purificar el aire y superficies eliminando bacterias, moho, hongos y virus como los coronavirus, influenza, entre otros. La efectividad de estos equipos se origina a partir de 2 fuentes:

 

  1. Exposición directa a la luz UVC: esto ocurre cuando el aire pasa dentro del equipo y se enfrenta a la luz UVC. Esta primera etapa tiene directa relación con la capacidad de ventilación del equipo.

 

  1. Generación de fotoplasma: esto ocurre permanentemente mientras el equipo está encendido. La efectividad de este proceso no depende del flujo de aire que genera el ventilador, ya que el fotoplasma tiene mayor densidad que el aire, impulsándolo a salir del equipo y permanecer en el ambiente. Es importante señalar que el 100% del aire no tiene que pasar por el equipo para ser purificado, ya que el fotoplasma hace el trabajo de higiene cuando se lanza fuera del dispositivo. Mientras más contaminación haya en el área a tratar, el fotoplasma se recombinará de manera más rápida, ya que estará trabajando para desintegrar los distintos microorganismos que estén presentes en el ambiente. Este es un proceso que ocurre en minutos e incluso segundos. En ambientes controlados, con bajos niveles de microorganismos, el fotoplasma permanecerá activo por 30 minutos aproximadamente.

 

Se ha comprobado que la purificación del aire por medio de un sistema de filtración de partículas utilizando la luz UV-C es de las más efectivas. Por eso, si estás en busca de un purificador de aire que garantice un espacio seguro libre de virus y bacterias, descarga el siguiente ebook y conoce más acerca de la efectividad de los filtros UV.

 

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